San Sebastián, que suerte llamarte hogar

¿No os ha pasado que cuando os vais lejos de vuestra ciudad os dais cuenta de lo que tenéis? A veces necesitamos ver lo que hay ahí fuera para valorar lo que atesoramos. La rutina, el día a día y quizá verlo todos los días hace que no lleguemos a valorar al 100% esta maravillosa ciudad. Valorar su calma, su limpieza, su organización, su gente, sus vistas, su brisa, su comida, su magia que engancha.

Estando fuera me he dado cuenta de lo que San Sebastián significa para mí. Sí somos así de “tontos”, a veces lo tenemos delante de nuestras narices y no somos capaces de ver lo afortunados que somos. Siento que he tenido mucha suerte por nacer en esta magnífica ciudad. Gracias al destino por regalarme este bonito tesoro hecho ciudad.

Una ciudad que te abraza, que te acoge, que te regala su belleza. Es llegar a su ventana abierta y respirar tranquilidad. Es mirar y pensar que bonita eres. Una ciudad de familia, de gusto, educación, de buena energía y de buen comer.

Lejos de ella no he podido dejar de hablar de esta perla del cantábrico. He enseñado fotos, he hablado de su encanto, e incluso he hecho invitaciones formales a que vinieran a verla en primera persona. Porque tienes la seguridad de que se sentirán maravillados y disfrutarán del viaje. Todos me han hecho la misma apreciación, “se ve que te sientes muy orgullosa” y lo estoy, mucho.

Creo que la mejor manera de hablar de esta ciudad es viviéndola. Conocerla. Os dejo algunas fotos de este pequeño paraíso al que tengo la suerte de llamar “Home”: